2008-02-27

¿Por qué es necesario?

La verdad no recuerdo donde escuché por primera vez esto pero me gustaría compartirlo. Hagamos un pequeño ejercicio mental y preguntémonos: ¿Por qué necesitamos médicos? La respuesta es muy simple, las personas nos enfermamos y necesitamos a un especialista en la materia para que diagnostique nuestro mal y nos ayude a curarlo. ¿Por qué necesitamos economistas? Porque en la sociedad en que vivimos es necesario un especialista en temas financieros que nos ayuden a administrar nuestras finanzas de manera responsable. ¿Por qué necesitamos ingenieros? Porque necesitamos que haya personas especializadas en el desarrollo de nuevas tecnologías que puedan aplicarlas al solucionar los diversos problemas que se nos presentan día a día. Así podemos seguir por mucho tiempo enumerando profesiones y la necesidad de éstas, lo cual nos puede parecer muy simple. Es aquí en donde yo les hago la pregunta que me motivó a escribir este post.

¿Por qué necesitamos artistas?

Puede parecer una pregunta capciosa y se presta a muchas interpretaciones. Déjenme compartir con ustedes mi opinión personal. Primero haré una pequeña trampa y modificaré la pregunta inicial: ¿Por qué es necesaria una formación artística? Considero que es necesaria porque nada es arte y todo es arte (un poco confuso no?). A lo que me refiero es que una obra de arte puede abarcar desde La Mona Lisa pintada por Leonardo hasta un inodoro puesto en un museo por Marcel Duchamp. ¿Pueden imaginar que hay en medio de estos dos extremos? Pues absolutamente todo. Con esto quiero hacer hincapié en que, aquella persona que está dispuesta a optar por una formación artística, tiene que estar dispuesta a aceptar todo punto de vista posible sin prejuicios, y a la vez aceptarlos sin considerarlos erróneos solo porque no concuerdan con los propios. Considero que esto nos favorece porque mantiene nuestra mente abierta a nuevos paradigmas y con una mejor predisposición para poder hacer una crítica que sea constructiva.

Pero que esto no se convierta en un arma de doble filo. No basta con entrar a un museo, ver una escultura hecha con basura común y corriente, asentir la cabeza un rato pensando que con la misma basura podríamos haber hecho lo mismo y continuar la visita. De nada sirve ver algo fuera de lo común y creer que un museo lo considera una obra de arte por el solo hecho de que el autor se llama a si mismo "artista" y nada más. Tan importante como la obra final es la idea o concepto de la que parte, el entorno en la que se desarrolla y, en menor medida, la técnica utilizada. Uno puede creer que no es necesario ser un escultor excepcional para poner un inodoro (que ya estaba hecho, ready-made como le dicen) en un pedestal, pero la carga conceptual con la que cuenta esta obra es tan fuerte que se considera más que suficiente. Un espectador común se convierte en un crítico de arte al apreciar una obra. Un buen crítico de arte se caracteriza por profundizar en el trabajo que tiene al frente y llegar a deducir las razones que motivaron al autor a realizarlo (o por lo menos intentar deducirlas) y cuál es el mensaje que nos quiere transmitir a través de su obra. Es difícil hacer una buena crítica de una obra de arte dado que requiere de una base académica muy amplia, pero es muy fácil que una persona que no cuenta con esa formación intente hacerlo de manera seria.

Hasta ahora me he centrado en la obra como producto final y la actitud (ideal) que debe tener el espectador frente a ésta. Sin embargo la labor del artista no es tan fácil que digamos. Cuando tenemos la solución a un problema matemático es muy fácil que, con la formación adecuada, un grupo de personas pueda entenderla de la misma manera. Es decir, la matemática es un lenguaje que se interpreta de manera similar de persona a persona. Sin embargo cuando hablamos del lenguaje de las emociones, aquel lenguaje que utiliza el medio artístico para desarrollarse, las respuestas son individuales de persona a persona. Entonces, ¿cuál es el gran reto del artista? Para mi el gran reto del artista consiste en que, con los medios que tiene a disposición, pueda comunicar su idea o concepto de manera que todos los espectadores que aprecien su obra reaccionen, emocionalmente, de manera similar a ésta. Me gusta definirlo como la efectividad perfecta: "yo pienso en A y tú que en este momento estás viendo mi obra también piensas en A". Aunque a un artista le puede tomar muchos años, o incluso décadas, en llegar a este nivel, el solo hecho de intentar hacerlo hace que nuestras mentes imaginen mil y un maneras de poder hacerlo. Y creo que muchos estarán de acuerdo conmigo en creer que hacer trabajar a nuestra imaginación es uno de los mejores ejercicios que podemos realizar.

*Le mostré el borrador de este post a un amigo y, a pesar de que le pareció algo interesante (gracias!), el siempre iba a mantener un cierto prejuicio sobre aquellas personas que estudian una carrera de arte porque, según el, siempre los veía relajados en la universidad aparentando no tener preocupaciones, muy a diferencia suyo al cual casi nunca le alcanzaba el tiempo para cumplir con sus obligaciones como estudiante de ingeniería mecánica de la PUCP (ahora ya egresado). Es muy difícil desaparecer un prejuicio como tal pero déjame decirte algo. En un primer ciclo de carrera de artes en la PUCP (cachimbos, recién saliditos del cole) el horario de clases tanto como talleres que llevan ocupa en promedio de 10 a 11 horas diarias. Es decir, si empiezan a las 8am las clases del día terminan cerca de las 8pm. Son 12 horas seguidas en la universidad de las cuales cuentan solo con 1, o en el mejor de los casos 2, para almorzar y tomar un respiro. Y esto se repite de lunes a viernes y se extiende durante toda la carrera. Dígame usted ahora, Sr. Ingeniero, ¿hubieses sido capaz de soportar tal ritmo de trabajo a lo largo de toda tu carrera desde el principio? ¿Creíste que tu carrera tenía el monopolio de dificultad académica de tu universidad?

P.D.
Esta vez magulle la enigmática sonrisa de la Mona Lisa con una pinta para muchos subersiva. Para mi constituye uno de los tantos canales de expresión con los que contamos. Si bien siento una profunda admiración por el graffitti de plantillas (stencil) aún no reuno el valor necesario para aventurarme a pintar una pared real y no ser atrapado en el intento. Para casos como el mio felizmente existe el Photoshop con el cual puedo desahogarme (por el momento).

Si no conocen la obra de Marcel Duchamp visiten http://es.wikipedia.org/wiki/Marcel_Duchamp (está en español así que no valen excusas).

2008-02-08

Photoshopeando a...

Dado que por el momento el tiempo sobra, decidí afinar mis habilidades en Photoshop partiendo de fotografías ya hechas. Espero que pronto sea a partir de fotos propias. En esta ocasión la fotografía pertenece a Jean Baptiste Mondino (Aubervilliers, Francia, 1949) quien se dedica a la fotografía de moda y dirección de videos musicales habiendo trabajado con Madonna, David Bowie, Sting, Chris Isaak, Björk, etc. También cuelgo la fotografía original y si tienen sugerencias en cuanto a modificar colores siéntanse libres de hacerlas.























Dense un tiempo y visiten http://mondino-update.net donde encontrarán sus mejores fotos.